domingo, 14 de octubre de 2012

Pequeños Consejos para Hacernos Grandes

Analízate: ¿Sirves como emprendedor y como líder? Ser emprendedor es apasionante porque construyes algo de la nada pero no es divertido. Lo pasas mal muchas veces a lo largo del camino. Por eso es imprescindible el apoyo de tu pareja.  

Para ser un buen emprendedor has de ser buen comunicador y buen vendedor.  Eres el relaciones públicas de la empresa. Te pasas todo el día comunicando y vendiendo: con tu equipo, con tus clientes, con tus socios... Si no te gusta vender, no te metas a emprendedor. 

También pregúntate ¿eres un buen líder? ¿te recuperas pronto de los noesy de los fracasos? Porque de esos hay cada día. Y además tendrás que absorber gran parte de las penas y quitar estrés a tu equipo ¿podrás?

Deja de pensar que eres especial y que tu idea es brillantísima: las ideas no sirven de nada, lo importante es la ejecución. Por tanto deja de preocuparte de que te la roben. Compártela con gente que admires, cuestiónala, pide consejo, pide que te hagan de abogado del diablo, muchos ojos ven más que dos...
Hay que ser humilde y saber decir “lo siento” a tu equipo, clientes, etc... porque hay muchas veces en que se mete la pata.

Tienes que invertir tiempo en conocer tendencias en todo el mundo, conocer qué se hace en otros países, crea tu blog con tu especialidad, cultiva tu personal branding en la redes sociales, fomenta el networking online y offline.

Y sobre todo: persiste, persiste, persiste...

Tu idea ¿es una buena idea? Tu idea ha de ser la solución a un problema. Y cuanta más gente tenga ese problema al que tú vas a dar solución, mejor. Tienes que centrarte en esa idea y no dispersarte.
¿Cuántas cosas se pueden hacer perfectamente? Google no se construyó en un día y siempre se concentró en una idea: ser un buen buscador. Mantén tu plan de negocio sencillo.

El negocio ¿qué es lo más importante? Si no hay ingresos, no hay negocio. Trata de ser rentable de inmediato. Hay que construir un negocio sostenible por sí mismo y no basado en adquisiciones hipotéticas o
imaginarias inversiones de capital.
Deja de pensar acerca de muchos mañanas y céntrate en el ahora en la actualidad. El casho morir.

El equipo ¿cómo debe ser? Contrata despacio, despide deprisa.  Piénsalo mucho antes de contratar. Pide referencias de la gente que vayas a contratar en sus anteriores trabajos.
Primero, si es posible como freelance, así les conoces bien antes de contratarles en plantilla y cuando contrates piensa antes ¿es realmente necesaria esa persona?
Si alguien de tu equipo no funciona por lo que sea, piensa que la gente no cambia. Despídela inmediatamente. La gente que mete mal rollo en la empresa, es como un cáncer...
Que el equipo sea flexible, creativo, que se tomen la empresa como suya. Que sean SONOPROS: soluciones, no problemas. Y sobre todo: ¡que les guste vender!

Rodéate de gente mejor que tú y muy diferentes a ti.  Promociona la diversidad.  Sobre todo ¡sé agradecido! Si la gente te da más de lo esperado, dales siempre más de lo que esperan. Ten detalles de generosidad con ellos cuando menos se lo esperen.

El tema técnico, ¿escollo u oportunidad? Si estás en un proyecto de internet piensa que, al igual que el BP, el tema técnico siempre va peor que lo esperado y que la media de los retrasos están entre 3‐6 meses respecto al periodo pactado.
Contrata equipo técnico experto (que venga recomendado por otros clientes) y un buen contrato con penalizaciones si hay retrasos.
El tema técnico puede ser un escollo o una oportunidad; si le das la importancia que tiene, será una oportunidad.

Socios y ¿un buen abogado? Sólo uno puede ser el CEO y ha de tener la responsabilidad final. Mejor que sean socios complementarios y compatibles en valores.  Complementarios: si hay uno muy buen comunicador, que el otro sea mejor técnico.
Compatibles en valores como: trabajo, cultura, educación, que le den el mismo valor al dinero... Hay que redactar pacto de accionistas y redactarlo como enemigos para seguir siendo siempre amigos.
El peor defensor de tus intereses eres tú mismo así que para esta ocasión escoge un buen abogado.

La competencia La competencia es buena. Y si te copian, ¡mejor! Te convierte en un asesino (comercial). Te ayuda a espabilarte y, en definitiva, a ser siempre mejor; y para ello, hay que innovar…
Antes se decía: “al enemigo, ni agua, y en el desierto, polvorones”. En un mundo global como el actual yo digo: “al enemigo, un vasito de agua, porque nunca se sabe...”  Igual en el futuro les puedes adquirir o ellos a ti o uno más grande a ambos. El caso es que siempre hay que respetar a la competencia.

Vender o no vender: Si eres un buen emprendedor y te llega una buena oferta de compra: ¡vende! Con ese dinero podrás fundar muchas más empresas.
Te dará pena porque te ha costado mucho sacar la empresa adelante y la ves casi como un hijo pero piensa que es una oportunidad para poder seguir invirtiendo en tu don: ser emprendedor,es decir tener buenas ideas y ponerlas en marcha.

Y sobre todo vive con pasión y celebra tus éxitos con el equipo. Son los momentos inolvidables en los que te das cuenta de que... ¡todo el esfuerzo ha merecido la pena!
Porque al final, si encuentras un trabajo que te gusta, no tendrás que trabajar en toda tu vida.

Una de las decisiones más importantes que toma un empresario a la hora de iniciar una empresa es, probablemente, la elección de los socios. Yo perdí mi primera empresa, mi primer bebé, por equivocarme en la elección de mis socios. Corría el año 2005, yo estaba terminando el MBA y había desarrollado el plan de negocio de empresa con dos compañeros del máster. 

Estos dos amigos querían dedicarse luego a otra cosa y no participar en el proyecto, con lo que yo emprendería sola la puesta en marcha y gestión.  Para emprender es necesaria la financiación. La elección de emprender en solitario o con socios de gestión, en este caso, me vino dada en gran parte por la necesidad de encontrar financiación, pero antes de embarcarme en aquella aventura debería, ahora lo sé, haber sido más consciente de los riesgos de esta decisión.
Por mi personalidad creo que no podría emprender con un socio a mi nivel en la gestión: tengo la capacidad y la vo‐ luntad de ser CEO de mis empresas y, por ello, mis socios de gestión deben pensar qué tipo de persona soy y tomar una decisión al respecto. Conocer a las personas, su forma de ser y su modo de trabajar y entender tanto el negocio como la vida y la dedicación a la empresa es una de las claves más importantes para no errar a la hora de asociarse.
Mi proyecto empresarial requería una financiación de 500.000 euros, con lo que tendría socios capitalistas necesariamente. Yo presenté mi proyecto a inversores infinidad de veces. El proyecto era bueno y estaba bien planteado, tenía la certeza de que encontraría el apoyo necesario, pero me preocupaba conseguir el dinero; tenía prisa por empezar y quería conseguirlo fuera como fuera, sin importarme de quién lo conseguía, y ese fue uno de mis errores.

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