miércoles, 26 de septiembre de 2012

Medición y Análisis Económico - Financiero

Cuando en el capítulo anterior tratamos de definir lo referente al tipo de bien o servicio que se pretende producir, a la persona encargada de la dirección del emprendimiento, a la manera en que se llevará a cabo la producción y a los materiales o insumos necesarios para ello, nos encontrábamos en la etapa del Dimensionamiento Físico. 

Una vez resueltos estos problemas, ahora le resta ocuparse de lo referente a lo económico-financiero del emprendimiento elegido. En este capítulo trataremos de determinar la cantidad de dinero que es necesario para poner en marcha el negocio, el momento en el cual hay que contar con estos recursos, las personas que se encargarán de aportarlos, la rentabilidad buscada, el margen de riesgos propios del negocio; en fin, todo lo referente a la faz económica y financiera del emprendimiento. 

Los principales puntos a considerar en esta parte, versan sobre las inversiones del negocio, su financiamiento, los costos y el posible cuadro de resultados, el flujo de fondos, el análisis de la rentabilidad del negocio y del capital, el estudio y la eventual eliminación de riesgos. 

El objetivo general, ahora, es convertir a términos monetarios el comportamiento futuro y estimado del proyecto, para tomar la decisión de ejecutarlo o no. 

Tanto lo económico como lo financiero, se refieren en esencia a los mismos ítems, sin embargo hay entre ambos una leve línea que los distingue. La Dimensión Económica, apunta a establecer la rentabilidad del emprendimiento, esta dimensión es conocida también como:

Tasa Interna de Retorno (T.I.R.) 


En cambio, la Dimensión Financiera, tiende a la determinación de la rentabilidad del capital aportado al negocio, estableciendo así pautas para comprobar si se cubren o no las expectativas de ganancia frente a otras alternativas que se pudieran presentar.

Independientemente de estas diferencias, que son más teóricas que prácticas, el dimensionamiento económico – financiero es un sólo aspecto, que precisamente en este capítulo se tratará de desarrollar.

Tenemos así las Inversiones del Negocio; en este punto, como primer paso, se debe valorizar los recursos físicos necesarios para iniciar el emprendimiento, lo que le permitirá lograr el máximo de ventas que primeramente se proyectó en el Análisis de Mercado. En segundo lugar, se deben analizar por separado los requerimientos físicos propios del emprendimiento; para ello es conveniente dividirlos en dos grupos:

Inversiones Fijas: Activo fijo, IVA a la inversión, Otros asimilables, Bienes de cambio.

Inversión en Activo de Trabajo: Créditos por ventas, Disponibilidades mínimas en caja y bancos.

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