sábado, 18 de agosto de 2012

La Conveniencia de Asociarse





Una vez que tenemos la idea o el negocio que buscamos, es cuando comienza la tarea de determinar los factores que lo conforman. Entonces aparecen concentradas las características personales y los recursos de los cuales se dispone, ya sean ellos económicos, técnicos, referentes al tiempo con el que se cuenta, entre otros, y una vez que se los analiza se decide la conveniencia o no de asociarse.

Cuando se opta por no asociarse se mantiene mayor autonomía y amplio poder de decisión, lo que trae aparejado el logro de los objetivos y de las metas de una manera más rápida y activa. Esto resulta positivo si se tiene en cuenta que no se generan demoras ni criterios encontrados, lo que sin embargo lo ubica en un plano de soledad, al no tener alguien con quien intercambiar opiniones.

La elección de asociarse a otra persona con el fin de llevar adelante un negocio, puede tener como base y fundamento una amplia gama de motivos, los que sin lugar a dudas pueden ser causas suficientes y valederas.

LA IDEA DE UNA ASOCIACIÓN IMPLICA ALGUNOS CONCEPTOS BÁSICOS, TALES COMO:


  1. Tender todos al logro del negocio, a las metas y a los objetivos, los que por cierto son, o deberían ser, “idénticos”.
  2. Determinar una escala de “prioridades semejantes”.
  3. Tener “comunión de pensamiento” tanto en los valores éticos como en los morales.
Todo esto es indispensable en una Asociación; pero antes de asociarse y de iniciar el negocio, es imprescindible que cada socio o miembro del emprendimiento, decida establecer, siempre de común acuerdo con todos los demás, las pautas o las bases de la sociedad que se pretende conformar.
Para ello le proponemos un listado de ayuda donde encontrará los puntos que le son indispensables para el buen funcionamiento de una asociación, sin perjuicio de los que de común acuerdo, todos o la mayoría de los socios puedan pautar luego, pero trate de tener siempre en cuenta los siguientes:

  1. Determine el objetivo de la sociedad.
  2. Establezca los roles y las funciones que cada socio desempeñará dentro de la empresa.
  3. Especifique los límites de participación de los familiares directos de cada socio en la empresa.
  4. Disponga qué persona o personas estarán autorizadas para la firma de che-que y documentos.
  5. Cree el mecanismo que se utilizará para la autorización de los gastos de la sociedad.
  6. Deje bien establecido y de manera expresa, las causales por las que la sociedad se podrá disolver y posteriormente liquidar; dichas causales, está de más decirlo, serán determinadas por todos los socios de común acuerdo, o al menos por la mayoría de ellos.
  7. Precise la forma en que se dividirán las utilidades y se soportarán las pérdidas, recuerde que lo que une a los socios es un objetivo en común, y el compartirlo, implica estar juntos en las buenas como en las malas.
  8. Establezca las reglas que serán de aplicación a los empleados de la empresa.
  9. Fije cuáles serán los medios que se podrán utilizar para la venta de la participación en la sociedad.

Si de la lista propuesta, por lo menos trata de antemano los nueve puntos sugeridos, sin perjuicio de los que posteriormente podrá incluir según el caso en particular, el margen de error y fracaso con seguridad disminuirá.



Por ello, detenerse en esta etapa y valorar la conveniencia o no de la asociación junto a su potencial socio, es de vital importancia; procúrese siempre el tiempo necesario para estudiar la posibilidad.

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